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Cómo medir tu progreso en el gimnasio

octubre 22, 2024
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A la hora de evaluar un cambio físico con respecto al progreso en el gimnasio, muchas personas se enfocan en lo que marca la báscula. Sin embargo, utilizar únicamente esto como método de medición, ofrece una visión bastante limitada y, a menudo, engañosa del verdadero avance. El peso corporal varía mucho por varias razones, como la retención de líquidos o la hidratación. Por ello, si bien controlar el peso puede ser útil, no es el único ni el mejor indicador.

En este artículo te guiaré por diferentes estrategias que puedes usar para medir tu progreso de manera más precisa, desde el aumento de fuerza hasta el análisis de la composición corporal.

Índice

    El poder de las fotos

    Uno de los métodos más simples y efectivos para seguir tu progreso es tomar fotos. Sacarte fotos regularmente (con la misma iluminación y en el mismo momento del día) te ayudará a visualizar los cambios en tu cuerpo que pueden pasar desapercibidos día a día. Este es un método que yo personalmente utilizo. Hacerlo cada semana o cada dos semanas, y comparar estas imágenes puede revelar detalles como la definición muscular o la pérdida de grasa que tal vez no notarías frente al espejo o en la báscula.

    progreso en el gimnasio; báscula; antes y después

    Al observar esas fotos, notarás diferencias importantes en áreas específicas, incluso si la báscula no refleja grandes cambios. Este método es excelente porque te ofrece una perspectiva visual del progreso y desarrollo de tu físico.

    Promedio semanal de peso

    Aunque mencioné que la báscula no es el mejor método para medir tu progreso en el gimnasio, es porque la mayoría de las personas la utilizan incorrectamente. La báscula si puede ser un indicador útil, pero no es suficiente depender de ella si nos pesamos en un único día a la semana o al mes. Las fluctuaciones de peso, debidas a factores como la retención de líquidos o la deshidratación, pueden distorsionar la realidad. Una manera más efectiva de usar este método es pesarse todas las mañanas y calcular un promedio semanal. Personalmente, esto es lo que hago para tener un seguimiento más preciso.

    Comparar promedios semanales, en lugar de días aislados, evita interpretaciones erróneas que podrían ocurrir al comparar días con retención de líquidos o deshidratación. Este enfoque es clave cuando estás en fase de volumen o definición, permitiéndote ajustar tus expectativas y evaluar el progreso real de masa muscular o pérdida de grasa.

    Como dato extra importante, si utilizas este método, no te frustres si tu peso cambia demasiado de un día a otro, ya que muy probablemente sea por una cuestión de líquidos, utilízalo exclusivamente para ver como cambian tus promedios semanales o bisemanales pero no compares los días ya que esto te puede jugar en contra psicológicamente.

    Fuerza y resistencia

    El incremento en la fuerza y la resistencia es, sin duda, uno de los mejores indicadores de que estás avanzando. ¿Puedes levantar más peso que hace tres meses? ¿Puedes hacer más repeticiones o completar más series? Estos son signos claros de mejora. Si bien el peso corporal puede no cambiar drásticamente, ver cómo eres capaz de levantar más peso en ejercicios clave de tu rutina, te muestra una evolución física clara.

    Una manera efectiva de monitorear esto es llevando un registro de los pesos que levantas y las repeticiones que haces en cada entrenamiento. Este progreso en fuerza es muy importante, no solo para ganar masa muscular, sino también para mejorar tu rendimiento en general, por eso te recomiendo que apliques la sobrecarga progresiva en tus entrenamientos de forma correcta.

    Las medidas corporales

    Otro método que suelo recomendar es tomar medidas corporales. Medir áreas como los bíceps, el pecho, la cintura y las piernas cada pocas semanas puede ofrecer una visión clara de tu progreso en términos de crecimiento muscular o reducción de grasa. Estos cambios, aunque sean pequeños, pueden acumularse con el tiempo y ser muy influyentes en nuestro progreso físico.

    En mi experiencia, medir el contorno de tus brazos o el diámetro de tus piernas te proporciona información que la báscula no te puede dar. Por ejemplo, aunque no hayas perdido mucho peso, puedes notar que tus muslos han crecido en tamaño o que tu cintura se ha reducido. Esto refleja ganancias musculares o pérdida de grasa que la báscula no te mostraría.

    Cómo ajusta la ropa

    La manera en que tu ropa se ajusta es otra señal importante de que tu cuerpo está cambiando. Si estás trabajando para ganar masa muscular, notarás que las camisetas comienzan a apretarse en los brazos o el pecho. Si tu meta es perder peso, puedes notar que los pantalones te quedan más sueltos, especialmente en la zona de la cintura y las caderas.

    Personalmente, he experimentado este tipo de cambios. Durante una fase de ganancia de masa muscular, noté que mis camisetas empezaban a quedar más ajustadas en los brazos y el pecho, a pesar de que el número en la báscula no subía drásticamente. Estos son signos de progreso que no puedes pasar por alto.

    Beneficios de combinar varias herramientas de seguimiento

    Una de las mejores formas de medir el progreso es combinar varios de estos métodos. Usar solo la báscula o solo fotos puede no darte una imagen completa. Pero cuando sumas fotos, medidas corporales, fuerza y resistencia, y cómo ajusta tu ropa, obtienes un panorama mucho más amplio y preciso.

    La clave es usar herramientas diferentes, ya que cada una mide un aspecto distinto de tu progreso. A lo largo de mi experiencia, he encontrado que una combinación de promedios de peso semanal, medidas corporales y fotos de progreso es el mejor enfoque para mantenerme motivado y consciente de mis logros y progreso. Estos métodos, junto con un registro constante de tu rendimiento en el gimnasio, te mantendrán encaminado hacia tus metas, sea ganar masa muscular o perder grasa.

    Conclusión

    Medir el progreso en el gimnasio implica mucho más que observar la báscula. Desde la fuerza que ganas hasta los cambios en tu cuerpo que capturas en fotos o en cómo te ajusta la ropa, cada detalle cuenta. Combinar estas estrategias te permitirá obtener una visión más precisa y te motivará a seguir adelante, incluso cuando la báscula no muestre el progreso que esperas.

    Usar una combinación de herramientas es clave para evitar la frustración y mantenerte motivado. Al final del día, los números en la báscula son solo una pequeña parte de una imagen mucho más grande.

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